jueves, 1 de febrero de 2018

Entrevista a Oriol Llopis


El tío que con gafas de sol lo observa todo desde la esquina de la barra del bar, periodista, agitador, sabelotodo musical, zorro viejo, Rolling Stone de los setenta, francotirador de Olivetti, vago y maleante… hay un poco de todo en la persona de Oriol Llopis y es eso precisamente lo que le hace ser un tipo tan fascinante.
Hace un mes tuvo a bien conceder una entrevista para escribeloconsangre.blogspot.es y este es el resultado. 
Mil gracias, Oriol.
Carlos Rodríguez Duque


  (Esta fotografía es del gran Iván Moreno)

Señor Llopis, ¿Cuándo y cómo entra en contacto con la música de Burning?
1976. Estoy haciendo la mili en Madrid y, acompañado de un cicerone de excepción, Alberto García Alix, nos acercamos al Pabellón Deportivo del Real Madrid. Tocan Ñu, Iceberg, algunos más... y Burning. Todavía no habían grabado ‘Madrid’, pero tanto sus temas propios como las versiones -especialmente el Sympathy For The Devil, escenificado con ayuda de la ya famosa “diablesa-, por no hablar de la imagen que se gastaban, me dejó...anonadado. Alix me los presentó, y un par de meses después aparecía en la revista ‘Vibraciones’ mi primer artículo sobre ellos. A partir de ahí contactamos, y siempre que aparecían por Barcelona éramos inseparables. Fui compañero de sus glorias...y también de sus miserias, por qué no decirlo... Groupies colándose en tropel en el camerino, remolinos de colocones y también de monazos del quince....situaciones delirantes.
Recuerdo que muchas veces se apalancaban largas y perezosas veladas en mi casa (excepto Ramiro, el bateras de Leño que les ayudó a rematar “El Fin De La Década”, y que se negaba a subir a mi piso porque “le daba miedo…”) En fin... ¿un poco de carnaza?: Recuerdo una vez que Toño se trajo una chica a la que le faltó tiempo para llevarse al catre. Y empezó el martillo pilón que ni dejaba dormir a los que por allí habían quedado derrengados, ni a mí, ni al Risi, al que, bien puestos y dispuestos, me proponía realizar la entrevista definitiva sobre el Rock&Roll.
Entonces recordé que por casa corría una réplica de Smith & Wesson (aunque de balines, daba sobradamente el pego) y, sin pensármelo dos veces la fui a buscar. Irrumpí en el improvisado picadero y cómo lo primero que me encontré fue el trasero de Toño bombeando frenéticamente, no se me ocurrió otra cosa que introducir suavemente dos dedos del cañón en su ano, y susurrándole al oído le dije: “Si quieres seguir teniéndonos a todos en vela, sigue. Pero te recomiendo que no pierdas ni una sola vez el compás, porque te vuelo el aparato entero”. Ojalá aquello hubiese provocado un inmediato coitus interruptus, pero desgraciadamente no fue así... y Toño tuvo que rematar “El Fin De La Década” a base de chutes de penicilina, pues la groupie de marras le dejó de recuerdo un sifilazo de cojones.

Aquella diablesa que menciona ha estado en el imaginario del fan Burning durante décadas… ¿Quién era la señora en cuestión?
Según Johnny, la descubrieron en una disco de Salamanca....o por ahí. Su forma de bailar les impactó tanto como a mí, y se la trajeron porque intuían que en el festival del Pabellón Deportivo del Madrid podrían petar escenificando el ‘Sympathy’ stoniano....como así fue. La diabla intentando poseer el alma de Toño, Johnny exorcizándolo a latigazo limpio....ni los Stones se atrevieron jamás a escenificar ese tema así. ¡Joder!

¿Y cómo es que Ramiro tuvo que ayudar a terminar ‘El fin de la década’? Por cierto que hay en YouTube un vídeo de ‘Esto es un atraco’ de una actuación en TVE y a las baquetas está Lito…
Vale, pero eso tiene su lógica. Ramiro despegaba con Leño, así que no podía quedarse con Burning… y se pillaron a Lito, que se fogueó con la banda y grabó con ellos ‘Noches de Rock & Roll’. Era un tipo entrañable, que se hacía querer, de humor garrulo pero un tío suficientemente inteligente como para comprender que con Burning no llegaría a ninguna parte... creo que se enroló en algunas orquestas de pachanga, con las que en verano llenaba la faltriquera hasta que regresó a su pueblo de toda la vida, donde creo curra de jardinero municipal. Siempre recuerdo su broma favorita: cuando nos reencontrábamos tras meses de no vernos, lo primero que me soltaba era “¡Chopis! ¡Eh, Chopis! ¿Sabes que han descubierto una droga nueva?” -yo fingía desconcierto, y entonces él, agarrándose con una mano el codo de la otra, soltaba: “Pues... ¡Una polla así de gorda!”....y p’allá que se iba, tronchándose de su sutil humor. El Diablo te bendiga, Lito, allá donde estés; si alguien mereció llegar hasta arriba, ése fuiste tú…
Teto estaba yendo y viniendo de Madrid por historias de oposiciones, exámenes y mandangas así... hasta que un día, mientras Kike Lastrüng le estaba pasando, una vez más, un Iberia ida y vuelta Bcn-Madrid-Bcn, Toño pilló al vuelo la movida y se lo soltó clarinete: “Chaval, ¿Tú por qué estás aquí? ¿Por la música o por los estudios? Anda, lía el petate y ya no hace falta que vuelvas”. Así apareció Ramiro, y entre él y Risi – que se manejaba muy bien con las baquetas- remataron ‘El Fin De La Década’.

... y después llega ese disco odiado y amado a partes iguales ‘Atrapado en el amor’, uno de los discos más misteriosos por la cantidad de nombres que van apareciendo en créditos o que se rumoreaba que echaron una mano para terminar.
¿Qué nos cuenta de ese disco? ¿Y lo de ‘Oriol vuelve’ lo llegó usted a ver o ya se había “exiliado en la gran vía”?
‘Atrapado En El Amor’ casi que no es un disco de Burning. Algunos teclados de Johnny, unos rasgueos de Risi, la desganada voz de Toño... y para de contar. Casi todos los arreglos, guitarras y detalles en general los aportó Paco Palacios, músico de sesión excelente, pero claro... de carisma no había mucho por ahí. Me han dicho que Risi apenas estaba en condiciones de tocar, pero yo ahí no entro ni salgo. Y sí, muchos músicos de sesión que convirtieron el disco en un trabajo carente de personalidad. ‘Guerrero estelar o Policía sideral’ es un tema cuyo título ya da grima... pero ahí se mantiene, incólume, ‘Hermano’ una de las baladas más desgarradas de Toño.
Vamos a con lo de “Oriol, vuelve”. Eso aparecía en la contraportada del disco ‘Atrapado en el amor’  que grabaron mientras yo daba tumbos por Sudamérica... y a mi regreso, sí ahí está, creo que en la contraportada, un S.O.S. Con todas las de la ley. Oriol, vuelve... ¡que no sabemos cómo salir de esa!


Cuéntenos de aquella espantada salvadora de tierras celtibéricas… ¿cómo se gana la vida y cómo escapa de la muerte blanca?
Entre el 80 y el 81 la cosa se puso muy cruda en BCN. Pillé al vuelo algo de pasta y me fui para Sudamérica, donde tenía algunos contactos que me garantizaban curro. El problema es que aterricé en Paraguay, gobernado por un tal Stroessner....que venía a ser un cocktail de Franco, Pinochet y Somoza. Escribía, que siempre fue lo mío, en diarios que parecían la oficina siniestra.....aparte de que, una palabra o una frase mal interpretada por parte del dire te podía colgar el cartel de izquierdista o comunista y ahí sí que se acababa todo....Por suerte acabé logrando mi despachito en una agencia de publicidad, con lo que era difícil buscarte líos en temas políticos. Además, allá, saber colocar una “z”, una “c” o una “s” en su lugar correspondiente ya era un mérito, y aprovechándome de la prácticamente nula cultura literaria -o, generalizando, cultura a secas- te diré que el presidente de la sucursal de Mitsubishi en Paraguay quiso conocerme y felicitarme en persona por el slogan que había ideado para su último modelo automovilístico: “Born To Run” (Springsteen todavía no era muy conocido por aquellos lares...)

¿Cuándo regresa a España y qué se encuentra en lo musical?
Regresé entre el 82 y el 83. La agencia de publicidad empezaba a flaquear, pero afortunadamente recibí una oferta de BCN, proveniente de una editorial que estaba arrancando con medios más que sobrados. Lo que había sido una modesta editora con dos revistas – Vibraciones en lo musical y El Viejo Topo en lo político- se había convertido en, creo, Ediciones Editoríales, que distribuía mensualmente Rock Espezial, Video Actualidad, Imagen Y Sonido, una versión renovada de Disco Express y Especiales, muchos especiales dedicados al Heavy Metal, a la gira mundial (que, se rumoreaba, sería la última) de los Stones... en fin, toda una señora empresa. En lo musical me encontré con lo peor de lo peor: Tecno pop por aquí, nuevos románticos por allá....empecé a intuir que me estaba quedando desfasado, pero eso ya es otra historia.....

Volvamos a los Burning… De la ruptura y la maqueta de las canciones de Toño ¿nos puede contar algo? ¿Llegó a oír aquellos temas, Señor Llopis?
Escuché una cinta, pero ni siquiera a día de hoy me atrevería a concederle el certificado de autenticidad. Claro que, teniendo en cuenta las condiciones en que se hallaba Toño, vete tú a saber... ningún sello estilo ‘Munster’ o ‘Discos Crudos’ se han atrevido a sacar algo de ahí, ni enfundándolo en plan golosina, ni proclamando que son “las famosas últimas palabras de Toño”.
En cuanto a la ruptura, creo que todo el mundo conoce sobradamente el famoso desencuentro en la Cervecería Santa Bárbara. Que si Toño lanza el órdago de que él y el bajista (Manolo, suplente de Kike Lastrüng y compañero de aguja de Toño) se largan a Bilbao, donde el jaco es barato y fácil de pillar (¡eso como aliciente principal!) y, dirigiéndose al Risi al tiempo que ignora olímpicamente a Johnny le exhortan a que se decida YA. Se llamarán ‘Polvo de Estrellas’ y a tomar por culo Burning. Y lo más triste es que, si te fijas, en las negociaciones la música brilla por su ausencia; es el tema: “Allí el jaco es barato” por aquí, respuesta de Pepe Risi “Ahí arriba hace mucho frío” por allá... en fin, no sé si llegaron a intentarlo, pero creo que todos siguieron anclados en Madrid, cada facción por su lado.
Johnny y Pepe empezaron a reclutar secciones de bajo y batería que les duraban cuatro días, y Toño y Manolo disolvieron, no sé si rápida o lentamente, su alianza. Fue el final de la época gloriosa de Burning. Y si un día te acercas a Briviesca (Burgos) y preguntas si tienen algún monumento, alguna Iglesia de la época Románica o algo así, la respuesta será lacónica: “Aquí no tenemos nada de eso, pero tenemos enterrado a uno de los Burning” (literal)

¿Cuando los vio por última vez?
No hace mucho, en Sevilla, en la Sala Custom, creo....y cuando digo “no hace mucho” me refiero a un par de años más o menos...al llegar a cierta edad, el tiempo se convierte en algo engañosamente elástico... Era la gira del “Pura Sangre”, editado tras casi diez años de silencio discográfico y además presentaban a su nuevo guitarra, Nico Álvarez, procedente de La Frontera, para reforzar al Pinilla. Johnny me recibió con el calor de siempre, generado a lo largo de décadas...
Sonaron bien, le pusieron mucho entusiasmo, pero por una cosa u otra aquello no terminó de llegarme. Lo siento, Johnny. Me fui antes de que acabara el concierto y sin despedirme. A veces, inexplicablemente, esas cosas pasan.

 ¿Cómo se enteró de la muerte de Toño y Risi?
Tarde y mal. Entre el 91 y el 97, que fue cuando se sucedieron las muertes de Toño y Risi, yo me movía entre Benidorm y Villajoyosa, un pueblo a 8 kms. del otro. Trabajé en una escuela de adiestramiento de perros, escribía en periódicos locales sobre lo que fuese....una vez tuve que cubrir la noticia de que dos novicias de un convento “tomaban” los hábitos, así que imagínate el nivel....luego nos deleitaron, acompañándose con sus guitarritas, sobre loas al señor, pero ya estoy desbarrando mucho. Hablando en plata NO SÉ con que retraso me enteré de sus decesos....

Intuyo que no estuvo en los conciertos-homenaje a Pepe de la Sala Macumba…
No... todo esto ya es de una época muy posterior a mi estrecha relación con Burning, por no mencionar lo mucho que los tiempos han cambiado. Hace falta pasta para hacer pasta, y yo, ni tenía presupuesto para acercarme a Madrid, ni existen ya revistas o programas de radio que te paguen ya no un sueldo, sino simplemente viaje y dietas. Espero que todo esto no esté sonando muy crudo, pero hoy en día, excepto algunos “protegidos”, nadie ve un duro por su trabajo....y quieras o no, el puchero hay que llenarlo cada día.

¿Tiene algún disco favorito de Burning?
Un ‘Grandes Éxitos’ elaborado entre ‘El Fin De La Década’, ‘Bulevar’ y ‘Noches de Rock & Roll’.

¿Alguna canción?
Bastantes: ‘Balada para una Viuda’, ‘Baila Mientras Puedas’, ‘Seducción’.... en ‘Pura Sangre’ hay buena tela, como ‘Willie Dixon’, pero mis favoritas se remontan a principios de los 80: ‘Esto es un Atraco’, ‘Y Dieron las Diez’, sin olvidar ‘Como un Huracán’, ese sincero homenaje a la amistad de los buenos tiempos, y por supuesto ‘Una Noche Sin Ti’.

¿Hay en su colección alguna foto nunca vista o personal con ellos?
Había. Pero por algún misterioso motivo, mudanzas y la vida que pasa -a parte de mi total desapego hacia ese tipo de fetichismos- todo se fue quedando por el camino. Pero no evitaré rememorar una foto que nos hicieron al Risi y a mí en la Casa de Campo, mientras Tequila presentaban su segundo LP, ‘Rock & Roll’, y otros grupos se aprestaban a ser la sensación de la temporada (“Pásame la goma de mascar”... ejem.. .ejem...) Pues eso. Gloriosos en nuestros veintitantos años, cuero, rimmel, cinturones a lo Mick Jagger y mechas plateadas en el pelo... no era una foto de M. Ibarrola, ni de Ouka Lele, ni... de nadie. Alguien que pasaba por allí y que, probablemente, a día de hoy siga ignorando que ese día hizo una foto de las que hacen ÉPOCA.
No tiene nada que ver, pero con Thunders en el 84 nos hicieron fotos juntos a porrillo... u otra, donde apoyado en un muro del aeropuerto de Barcelona, Iggy y yo estamos hablando... al tiempo que, despreocupadamente dos picoletos pasaban a nuestro lado... ¡¡¡Esa era de Pulitzer!!!! Y no, no me preguntes donde andarán esas instantáneas. Probablemente bajo toneladas de basura en uno de esos puntos donde, día a día, los camiones vuelcan toda la mierda de Barcelona. Así que... desintegradas hasta su último átomo.

¡Pardiez, Oriol…! ya me ha dado usted la tarde… en fin ¿Dónde iba  cuando estaba con ellos?
Yo sólo me hacía con ellos en Barcelona o en Madrid. Era demasiado perezoso para embarcarme en la furgona y escribir algún diario de gira por pueblos ignotos de esos que rodean Madrid. Además, hablando sin adornos, estaba el problema de la droga dura, y sabía positivamente que embarcarme en uno de esos “Suicide Tour” era encontrarme con que mis provisiones habrían volado a una velocidad vertiginosa, y el panorama de encontrarme con un King Kong encaramado a mi espalda en algún pueblo perdido de la Estepa Castellana no era, que digamos, plato de mi gusto... En Barcelona nos paseábamos por los puntos donde yo sabía que encontraría lo que cada uno quería: para Risi y Toño la blanca de rigor, luego, a la carrera, una buena postura de costo para Johnny... y finalizábamos en el Marsella, un tenebroso bar encajado en un callejón que arranca desde la parte baja de las Ramblas para ir adentrándose hacia callejuelas más y más chungas... pero en el Marsella tenían la bebida favorita de Kike Lastrüng, prohibida oficialmente y que sólo se servía bajo mano: la absenta. La pura y dura absenta, la que te arreaba un colocón que podía mezclar los efectos de las drogas más duras con el estramonio, el peyote y cualquiera otra barbaridad... y ¡todos servidos! Evidentemente obvio a Teto, el batería de aquellos años, por no ser más que un trozo de carne con ojos al que no escuché jamás hilvanar una frase con un mínimo de interés. Vamos a por otra.

Sí, sí… vamos a por la siguiente pregunta… Hay mucha leyenda de aquellas sesiones de grabación en Barcelona, después de tantos años quizá sea el momento... ¿Cómo era el ambiente?
De principio a fin, yo asistí a la grabación del single ‘Qué hace una chica como tú...’ que posteriormente se encajaría en el LP ‘El Fin de la Década’, y si hay que dar crédito a TODOS los que vivimos aquello, pues... resulta que cada uno vivió algo que no tenía nada que ver con lo que te contaba el siguiente. Lo que sí digo clarito clarinete es que sólo los Stones y pocos más llegaron a esos puntazos. Enrique Tudela, ingeniero de grabación, al ser requerido por esas supuestas orgías de sexo, drogas y la madre que te parió, siempre le ha quitado importancia, diciendo que no era para tanto y lo que ahí había era mucha fantasía que ha ido creciendo con el tiempo. Pero, curiosamente, no rondó nunca por allí ningún fotógrafo que dejara testimonio de lo que cada cual vio. Quizá sea lo mejor. Aunque la imagen de una raya que iba de punta a punta de un piano de cola, eso.....¡eso no se olvida NUNCA!.

¿Alguna vez los vio en el local de ensayo?
Su local legendario, el de Madrid no llegué a pisarlo nunca... pero te garantizo que las sesiones de precalentamiento en los estudios de Belter ya hablaban por sí solos. Hay una imagen que nunca se me ha ido de la cabeza: en la funda interior del ‘Exile On Main Street’ de los Stones aparece una foto donde Jagger y Richards (uno acunando una botella de ginebra, cómo no…), añaden coros a un tema, compartiendo micro. Bueno... yo tuve una foto que era prácticamente la réplica. Incluso diría que los superaban, porque el punto quinqui de los Burning, bueno, los Stones... ¡es que ni sabían qué era esa actitud! Y ahí, a través de la pecera, podías ver a Johnny y Risi, también compartiendo micro, también acunando una botella -en esta ocasión de cava Freixenet dorado-, los ojos entrecerrados, dándolo todo, sin catering (como mucho, hacia las doce de la noche hacían una escapada al bar de la esquina para bajarse un bocata de pan con tomate y jamón) antes de regresar y rematar los coros de ‘Balada Para Una Viuda’. ¡Tiempos de Pura Vida, hermano!

¿Sabe si salieron a tocar fuera de la Celtiberia además de aquel Pop Jury?
De hecho, para el Pop Jury no salieron de Madrid. Cada banda esperaba en la emisora radiofónica donde habían sido convocados y cuando la ciudad europea que había montado el evento (¿Luxemburgo? ¿Londres?, quién sabe...), les daba la señal de entrada, Burning se lanzaban, tocaban y cuando terminaban, desde la ciudad organizadora les agradecían su participación y buenas noches. Milagrosamente, el sonido fue más que bueno y el ‘I’m Burning’ que despacharon suena a gloria bendita. Aparte de eso, sólo llegaron hace unos años a Argentina, ya sin Toño ni Risi para tocar el algunos locales... entre los que destaca el Willie Dixon, al que incluso llegaron a dedicar un tema en su último disco. Basta decir que si le preguntas a Johnny por ese local, los ojos aún le brillan....

…Sin embargo se cuenta que tuvieron en mente ir a Miami a tocar…
Una fantasía de Tono “Cuchillo”, dueño del Pentagrama, que estaba empeñado en lanzarlos a nivel mundial... recuerdo que una vez se plantó en la emisora de Los Cuarenta Principales y le soltó al jefazo: “Amo a vé....¿Cuánto cuesta aquí COMPRAR el Nº 1…?”
La idea era grabar un álbum que se llamaría ‘For Ladies Only’ y plantarse en Miami como grupo “europeo”, pero sólo garantizar el seguro del instrumental, viajes y, encima, ir totalmente despistados y sin contactos echó la cosa atrás.

¿Hay algún audio guardado de cuando los entrevistabas en Barcelona?
Misma respuesta que el tema de las fotos. Mi fuerte no era guardar y archivar el material recopilado, sino, en la mayoría de los casos, entregado en la revista donde curraba, adiós y muy buenas. Sencillamente no era consciente del valor que quizás (¡QUIZÁS!) algún día tendría todo aquello...
¿Audio? Joder... una vez empleado, se grababa encima otra entrevista, con lo que alguna cinta donde entrevistaba a Burning, iba quedando sucesivamente enterrada por otra entrevista a Tequila, Moris... y así ad infinitum...

Esto es lo que yo llamo despertar del romanticismo a bofetadas de realidad, señor Llopis… Dénos usted unas pinceladas de cada uno de los Burning de aquella época, si es tan amable.
Eso es delicado, y más en el contexto no de hablar mal, sino sencillamente a lo crudo que saldría el retrato de los que se fueron o, aunque aún estén no puedan refutar lo que yo aquí pueda soltar... en fin, hablaré de aquellos con quienes más roce tuve, desde Johnny a Toño, pasando por Pepe o el último batería -Lito-, muchos bajos y baterías con los que traté, pero faltos de carisma, actitud o llámalo bicicleta... es igual. Para mí, y durante el tiempo que más compartimos VIDA, estaban los que parecería sería para siempre un dúo irrompible: Toño y Risi. Ambos compartían (Toño más que Pepe) el ansia de LLEGAR, de conseguirlo, de que su música calara en toda la peña... eso, según como se mire, era un problema, porque a la que un single o un LP no pegaba fuerte, antes de estudiar donde residía el problema, ya se iban directamente a otro “toque”. En una palabra, no tenían la paciencia de persistir en un estilo, que en sus primeros trabajos se ve nítido, encaminado hacia un rock and roll que lo tenía todo.
A partir del momento que fuimos perdiendo contacto, las noticias que me llegaban eran cada vez más alarmantes. En el interior de Toño empezó a prender una hoguera que se alimentaba de todas sus adicciones, sus debilidades y, lo que es peor, la desgana. Intuía que no lo lograrían y eso te quita todo el impulso, toda la energía, lo más positivo... y empezó a forjarse en su psique un Toño maligno... No era un magnifico cantante, pero sí un compositor y letrista del copón.
¿Risi? Risi era el hermano mellizo de Toño, pero nunca tuvo ese enfermizo torbellino que día a día crecía en el interior de Toño... y para acabarlo de arreglar, cuando Kike -bajista y fundador de Burning- hizo mutis por el foro, apareció como suplente un tal Manolo, que inmediatamente hizo migas con Toño y Pepe, con lo que ya había tres adictos de largo recorrido haciéndole prácticamente el vacío a Johnny.
Johnny, siempre imperturbable y con una media sonrisa, por muy mal que estuvieran las cosas, Johnny, que hasta el último día de Pepe Risi, acudía al hospital donde estaba ingresado y dedicaba horas a masajearle piernas, brazos, espalda y todo lo que necesitase... incluido el pitillo de rigor que le dejaba escondido en el W.C. La relación entre Toño y Risi siempre fue cerrada, críptica. Componían y se ponían hasta arriba juntos. Nunca pude discernir cómo se llevaban Johnny y Risi, pero siempre he sospechado que todo lo que Johnny hizo por Pepe... eso NUNCA lo habría hecho Toño por su supuesto hermano de sangre. Y eso que -con un suspiro- más de una vez, Johnny me contó que tenía que dormir con su pasta embutida en los calzoncillos, porque hacia las cuatro o las cinco de la madrugada, en la habitación que compartían, se sucedían una serie de movimientos sigilosos, sospechosos, con un solo objetivo: descubrir dónde escondía Johnny la pastora. Y no señalaré a nadie.

Y para ir terminando, esta es una curiosidad personal sobre usted... La foto de la “pietà” en la que Dalí hace de madonna y usted hace de Cristo recién descrucificado es una favorita de este que rebuzna… ¿nos cuenta alguna cosilla?
La historia tiene tela....yo tocaba (muy malamente) el bajo en un grupo glam-gay que se llamaba ‘Crazy Daisy’ -alias a su vez del cantante y militante gay a muerte-; este tenía estrecha relación con un reputado fotógrafo que, un día, le comentó que iba a montar una sesión en su estudio con Salvador Dalí y, en aquellos tiempos, su inseparable acompañante Amanda Lear. El caso es que el fotógrafo, hablando con Crazy Daisy, le preguntó si tal día a tal hora podía presentarse con media docena de tíos bien peludos, ya que en principio Dalí quería un modelo para pintar un San Sebastián ensartado por flechas....
Al final el proyecto tomó otros derroteros, convirtiéndose en ese Llopis despelotado en el regazo de Dalí. Por cierto que la famosa fotografía apareció primeramente en el Uomo Vogue italiano; estábamos en 1974, y una imagen así era impensable que apareciese en portada de una revista española; finalmente acabó saliendo en una tal ‘Barcelona Divina’, muchíííísimos años después... y eso es todo, amiguete. Por cierto que, a la vista del resultado y de la criba... gané por goleada, je, je…
  
Oriol, ha publicado ya dos libros. ¿Qué nos cuenta sobre ellos?

El primero fue la novatada. Nos lo editaron, nos estafaron y nos desligamos de la editorial de "cuyo nombre no quiero acordarme" por… diferencias irreconciliables, a pesar de que el capo se proclamaba un die-hard fan mío desde sus tiernos 14 años pero… pero en comparación con lo que nos robaron, royalties, liquidaciones sospechosísimas. fue una minucia en comparación con lo que nos dieron: las armas para manejarnos en el proceloso mundo de la publicación gráfica, por lo que el segundo fue totalmente nuestro, nuestra criatura. Concebida, Gestada y Parida (o séase, autofinanciada por nosotros). El primero (‘La magnitud del desastre - memorias de un crítico de rock poco fiable’) lo sigo viendo como un libro salvaje y descarnado, a ratos tragicómico, a veces realmente duro, pero donde todo es verdad, te guste o no. A veces te encuentras con que lo que has leído se ha convertido en un erial por donde ya nunca más crecerá la hierba, a veces te deslizas hacia remansos donde te codeas con Iggy, más pasta de la que crees podrás gastarte en un mes (aunque poco después ya estás pidiendo adelantos a la desesperada… Es un libro que se lee a mordiscos. Incluso llegaría a decir que, si el “Raw Power” de los Stooges fuese un libro, se titularía ‘La magnitud del desastre’. Ejem, ejem.

Y si el primero era mi autobiografía (tengo que morderme la lengua para no clamar que, con
un poco de interés y HONRADEZ por parte de la editorial habría caído una segunda e incluso una tercera edición), el segundo, ya escaldados y curtidos, María y yo decidimos autogestionarlo de principio a fin. Fue duro, especialmente para María, mi mujer, que tuvo que aprender sobre la marcha todos, absolutamente TODOS los pasos para que el segundo libro (‘Escritos poco fiables: Recopilación de artículos sobre el Rock & Roll & Cº (1974-2014’) apareciera en los escaparates.

El título ya lo dice todo. Si en el primero describía mi ajetreada vida, en ‘Escritos poco fiables’ se recopilaban los, desde mi punto de vista, mejores artículos que iba pariendo mientras vivía lo narrado en el primer volumen. De Flamin’ Groovies a Kim Fowley, pasando por las Runaways, los Cadillacs, Sweet o un combate de boxeo del mítico Alfredo Evangelista, sin olvidar a los icónicos Iggy o Johnny Thunders, creo que todo está ahí… incluyendo una historia ficticia, publicada en el STAR con el título de ‘La época violenta’ y que, más de 40 años después, he descubierto que, al igual que ‘Punk Story’ y alguna otra narración, sentaron cátedra entre mis impresionables lectores… y ahí se da un curioso fenómeno. Teniendo en cuenta que en aquellos tiempos no existía ni Internet ni la comunicación instantánea, he tardado....¡décadas! en descubrir que tenía una más que fiel brigada de gamberros, descarriados y gentes “poco fiables”, que seguían y compartían a pies juntillas mis textos. Y eso, aunque te llegue con mucho retraso, no deja de ser un masaje para el ego que te deja como nuevo. Por cierto que de ‘La magnitud del desastre’ no me queda ningún ejemplar, pero cuando te dignes aterrizar por estas tierras, aquí tienes un ejemplar de los ‘Escritos poco fiables’ firmado y dedicado esperándote, faltaría más.


Se agradece el detalle, señor Llopis. ¿En qué anda estos días? ¿Algún proyecto en ciernes?

En qué ando, en que proyectos me meto… principalmente sesteo, una más que adictiva droga que me cuesta incontables broncas por parte de mi mujer. Este año dí carpetazo a un programa radiofónico que tenía en Radiópolis, una emisora de Sevilla a la que me invitó Ismael “Doctor Música”, y que a lo largo de dos años nos ha proporcionado incontables horas de risas, Cruzcampo....y mucho Rock & Roll. Y de momento nada más. Bueno, sí, hago un poco de gurú en una banda que ha montado Paco G. Espinilla, ex Alejo & 4 Leguas, llamada ‘Malamute’ y que, de momento, he convencido para que incluyan en su repertorio “One Of The Boys”, de Mott The Hoople. Y no sabes el gustazo que me da cada vez que les oigo trabajarse esa intro que lo promete TODO.

¡¡Mil gracias, señor Dorado!! 
Love and respect from Sevilla, Duke!!!
Carlos Rodríguez Duque